«La instalación de nidales artificiales se encuentra a menudo entre las medidas compensatorias destinadas a mitigar el impacto de plantas solares fotovoltaicas sobre poblaciones de aves. El uso de dichos nidales para favorecer la cría de especies trogloditas data al menos de mediados del siglo XVIII. El desarrollo de la ecología animal y de la biología de la conservación como disciplinas científicas desde entonces ha implicado a menudo estudios centrados en el diseño, las consecuencias y eficacia de programas de instalación de dichos nidales. A lo largo de los años se ha ido acumulando notable información al respecto, que, junto con la obtenida sobre aspectos de la ecología de aves, constituye un corpus de conocimiento muy destacable. Sin embargo, esta información raras veces se considera para el diseño e implementación de programas de instalación de nidales artificiales como medidas compensatorias del impacto de plantas solares fotovoltaicas, lo que conlleva no pocas dudas sobre la eficacia, e incluso conveniencia, de la aplicación poco rigurosa de dichos programas.»
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